SECRETOS DEL VATICANO


LOS CASTRATI

vídeo informativo

Los castrati —en singular, «castrato»— eran hombres capaces de cantar con una tonalidad de voz muy aguda. Tanta, que causaron furor durante el Barroco, época en la que llegaron a convertirse en el equivalente a las actuales estrellas musicales. Sin embargo, tal y como desvela el autor del blog « Ciudad PC», la historia que se esconde tras estos hombres con voz de mujer es mucho más triste y oscura.
A diferencia de lo que ocurre con los contratenores actuales, que consiguen su tono de voz de forma natural, ejercitando sólo una parte de sus cuerdas vocales, los castrati, alcanzaban su tesitura mediante una intervención quirúrgica.
Como el propio nombre de estos cantantes indica, esa operación consistía en la amputación de los testículos, con el fin de que no pudiesen producir hormonas sexuales masculinas, responsables de la muda vocal que se opera en la adolescencia. Por ello, la intervención solía realizarse entre los 8 y los 12 años de edad.
Hay que señalar que en sentido estricto, no era una castración de todo el aparato genital. Así, había quienes aseguraban que aquellos castrati que conseguían desarrollar un pene adulto —generalmente por haber sido sometidos a la intervención después de los diez años— eran los mejores amantes del mundo.

Alessandro Moreschi

Moreschi en su juventud

En 1898, en el coro de la Capilla Sixtina quedaban seis cantantes de esta naturaleza. Uno de ellos era Alessandro Moreschi, primer soprano y conocido como considerado el último «castrati», y el único que ha dejado testimonio sonoro. Alessandro Moreschi nació en Monte Compatri, en la provincia de Roma, entonces perteneciente a los Estados Pontificios, el 11 de noviembre de 1858. Pertenecía a una familia pobre, y él era el último de seis hermanos. Hay varias teorías de por qué se produjo su castración. Una de ellas dice que Moreschi nació con una hernia inguinal que, según las creencias de la época, se remediaba con la castración.

Otra de las teorías, probablemente más creíble, es que la operación se produjera en 1865, en la época en que Moreschi era solista en el Santuario de Madonna del Castagno, en Montecomprati; no eran pocas las familias que accedían a esta práctica para sus hijos, pensando en su porvenir.


Poco después, Monte Comprati se libraba de una epidemia de cólera que padeció Italia; sus vecinos lo achacaron a la voz milagrosa del niño Alessandro. Tras este suceso, y al parecer descubierto por Nazareno Rosati, excantante del Coro de la Capilla Sistina, Moreschi fue enviado a estudiar canto a Roma con Gaetano Capocci, que lo propuso para formar parte de esta célebre agrupación. Allí entró en 1873; como ya se había prohibido la castración infantil con fines musicales, el joven alegó que la suya se había producido antes de esa fecha.


La Capilla Sixtina, Miguel Ángel y su amor homosexual

La Capilla Sixtina es un lugar prominente en la Iglesia Católica, pues aquí se lleva a cabo el cónclave para elegir al papa. Bajo su impresionante bóveda y ante el altar, pintados por Miguel Ángel, el Colegio Cardenalicio decide quien será la cabeza de la iglesia, iluminados -claro está- por el Espíritu Santo.

Miguel Ángel era homosexual, durante su vida tuvo relaciones amorosas con varios hombres, y su arte estaba muy relacionado con sus inclinaciones amorosas. En la misma bóveda de la Sixtina, por ejemplo, en el fragmento que muestra la creación del sol y la luna, dibujó el trasero de Dios. Tal como lo lee: Ahí tuvo su debut el culo divino en el arte pictórico. Curiosamente conozco a una pareja de homosexuales que en la sala de su casa tienen una copia del fragmento del fresco de la bóveda en que Dios crea a Adán.

Miguel Ángel dedicó más de cuatro años de su vida a pintar este techo. La invitación vino de Julio II, el papa guerrero, el sucesor de Alejandro VI (Borgia). Se piensa que la invitación a Miguel Ángel fue hecha con el ánimo de verlo fracasar, pues Migue Ángel era más bien escultor y apenas tenía conocimientos de pintura.



Originalmente se tenía pensado que las imágenes de la bóveda mostraran a los doce apóstoles, pero Miguel Ángel convenció al papa de que el tema fuera el antiguo testamento. Aunque Miguel Ángel realmente fue un genio indiscutible, la representación pictórica de la belleza femenina en no fue su fuerte. Un cuadro de Miguel Ángel se reconoce sobre todo por sus figuras musculosas. A mis estudiantes les digo que sus obras siempre muestran un exceso de carne. Y las mujeres no son la excepción. En la Capilla Sixtina las mujeres aparecen como si toda su vida hubieran entrenado levantamiento de pesas en el mejor gimnasio del mundo. Ni Toña “la Tapatía” tenía esos brazos. Busque en internet la imagen de la Sibila Cumana, para que vea de lo que le estoy hablando.

Años más tarde, se decidió “tapar” la desnudez de los personajes. Para ello el papa Pio V, designó a Daniele da Volterra quien por este trabajo pasó a ser conocido con el sobrenombre de Braghettone (el Pintacalzones).

Miguel Ángel mantuvo relaciones amorosas con muchos jóvenes. A los 57 años conoció a Tommaso Cavalieri, con quien mantuvo una relación de más de 30 años y a quien escribía apasionadas cartas. A las cuales Cavalieri contestaba, por ejemplo, de la siguiente manera: “Juro retornarle su amor. Jamás he amado a un hombre más de lo que lo amo”

Comentarios

Entradas populares de este blog

JOHN KENNEDY

El 9/11

LOS REPTILIANOS